De la acedera, también conocida como agrilla o vinagrera, se consumen tanto sus hojas como sus brotes jóvenes.
Sus hojas son alargadas, de color verde brillante, mientras que sus brotes son más tiernos y pequeños que las hojas maduras. Tienen una textura tierna y además es ligeramente crujiente en los brotes jóvenes. Aportan un sabor ácido, astringente, con un toque de frescura que recuerda al limón, debido al alto contenido de ácido oxálico.
En las ensaladas los brotes de acedera se utilizan frescos en ensaladas para añadir un toque ácido. También se emplean para dar sabor a sopas, como la sopa de acedera tradicional en varias cocinas europeas.
Su sabor ácido se usa en la preparación de salsas, especialmente en combinación con productos lácteos como la crema. Se pueden emplear como guarnición para platos de pescado o pollo, aportando frescura y acidez. En cantidades moderadas, se pueden añadir a batidos verdes para un toque cítrico y nutritivo.
Consumo Moderado: Debido a su contenido en ácido oxálico, se recomienda moderación en personas propensas a desarrollar cálculos renales o con problemas de absorción de minerales.
Uso en Cocina: Evitar cocinar en utensilios de hierro o aluminio, ya que el ácido oxálico puede reaccionar con estos metales, afectando el sabor y la seguridad del plato.
Fresco: Almacenar en refrigeración, preferiblemente en una bolsa perforada para evitar la humedad excesiva. Duración aproximada de 3 a 5 días.
Congelado: Las hojas pueden ser blanqueadas y congeladas, aunque su textura puede cambiar al descongelarse.